El Sindicato Nacional de Trabajadores de General Tire de México fue demandado por un grupo de mercenarios "sindicales", encabezados por Gabriel Cerón, que pretendían apropiarse de la titularidad del Contrato Ley de la Industria Hulera en la empresa Continental Llantera Potosina, arguyendo que un grupo mayoritario de trabajadores se los había solicitado.
Tuvo que llevarse a cabo un recuento el pasado viernes 6 de agosto —por cierto, convocado por autoridad laboral con apenas un día de anticipación—, para que se expresara la voluntad de los obreros y se demostrara que el tal Cerón no representaba a nadie.
Ni el madruguete de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, ni la campaña sucia contra el SNTGTM, ni el dinero de Continental, ni la colusión del gobierno federal y el gobierno estatal pudo contra la voluntad de los compañeros.
El resultado fue contundente pues 640 votos ratificaron al SNTGTM como representante de los obreros que trabajan en Continental. Sólo 1 voto favoreció a los delincuentes "sindicales".
Ya habíamos advertido que, en caso de que se respetara la voluntad de los trabajadores, no dudábamos que el sindicato sería ratificado unánimemente por sus integrantes. Porque es una organización con una intensa vida democrática y donde los representantes son elegidos por la base. Es un sindicato en el que los trabajadores mandan. Por eso fue abrumador el rechazo a esta intromisión.
Pero también porque los obreros de la Continental comprendieron que lo que estaba en juego era el futuro de sus familias, sus empleos y su Contrato Ley, que empresarios y funcionarios han insistido en mutilar o destruir, por eso soñaban con imponer una representación a su servicio. Pero fracasaron.
También es el fracaso de la repugnante forma de hacer política que pretendió descalificar al SNTGTM con injurias y mentiras. Gastaron cientos de miles de pesos para desprestigiarlo, para endilgarle la imagen de intransigente y conflictivo, para que la sociedad lo condenara y los compañeros prefirieran traicionar sus convicciones; también intentaron comprar sus conciencias, pero igualmente fracasaron.
Lamentablemente en la mayoría de las empresas en San Luis Potosí y en México predominan estos sindicatos para la protección del patrón, propiedad de mercenarios como Gabriel Cerón. Pero esperamos que este triunfo contribuya a dar confianza a otros trabajadores para luchar por transformar sus organizaciones o crear nuevas, erradicando la corrupción y poniéndolas a servicio de los trabajadores y la defensa de sus derechos.
San Luis Potosí, S. L. P.
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